Té de Ternura

No tenía intención de publicar nada más hasta el dia 3 de enero en que os dejaré una receta  para cerrar las Fiestas Navideñas. Pero hoy tenía la suficiente energía e ilusión para preparar mi cena de Nochevieja. Si amig@s, cena para una sola; porque tanto mis amistades como la poca família que somos, responsablemente hemos decidido dejarlo para la comida de mañana; siempre en un grupo que no exceda a más de 4 personas. Pero yo que no pierdo ni la ilusión ni el deseo de pasarlo bien aún en soledad, he querido hacer fotos de la preparación que ya tengo en mi frigo, a la espera de que llegue la noche. Va a ser una cena sencilla, más de picoteo que otra cosa, porque ni por edad ni conocimiento acostumbro a hacer cenas demasiado copiosas; y hoy aún menos porque mañana volveremos a comer cositas de las que no conviene abusar. En primer lugar una copa con un lecho de lechuga picada, aliñada con un poco de zumo de limón, una pizca de sal, y coronada con gambitas boreal, que vienen congeladas y

  Esta ensaladilla es especial. Las huevas de merluza le dan un toque muy sabroso; y puede ser un entrante adecuado para la noche de fin de año. Descubrí las huevas de merluza hace poco; y después de probarlas, me parecieron una buena opción para hacer una ensaladilla con ellas olvidándome del atún, los langostinos o las gambitas. Compradas en la sección de pescados refrigerados de Mercadona. Su preparación es prácticamente igual que la típica ensaladilla rusa; es decir, herviremos en agua y un poco de sal: patatita, zanahoria, judías verdes y guisantes hasta verlos tiernos, los dejaremos templar y añadiremos las huevas desmigadas, (para una taza de ensaladilla puse 5 rodajitas)  Agregué unas aceitunas rellenas de pimiento rojo cortadas a rodajas, 3 alcaparritas en vinagre, (no pongáis más para no alterar el sabor del pescado; solo para que entre bocado y bocado, de vez en cuando se encuentre algo chispeante) 1 huevo duro cortado menudo; reservando una rodaja para la decoración final;

Os dejo con un plato de fácil preparación, suave para aligerar la digestión que por los excesos de las Fiestas necesita alimentos ligeros; y con el que apenas se ensucia la cocina, porque se cocina lentamente en bandeja de horno. En mi caso preparé medio conejo troceado para 2 raciones; salpimentándolo con el molinillo de hierbas, pimienta y sal marina. En primer lugar calenté el horno calor arriba abajo termoventilador a 180º. Puse en una bandeja apta un chorreón de aceite de oliva suave, y un chorritín de aceite de oliva macerado con trufa (DeLuxe Lidl). Adecué encima los trozos salpimentados de conejo con su hígadillo. Corte pimiento rojo a tiras, una cebolla a medias lunas gruesas, 1 tomate de pera a rodajas, 1 tira de apio troceada (el apio da muy buen sabor y es depurativo).  Los distribuí por encima del conejo dándoles un toque de sal marina gruesa. Lo introducí en la parte media del horno, y puse el minutero en 15 minutos. Transcurrido este tiempo, agregué una copa de vino blan

Como cada año, hemos celebrado la comida de La Lotería de la Vida con los chicos. Esta celebración empezó el 22 de diciembre hace muchos años para celebrar que LA LOTERÍA DE LA VIDA, nos seguía premiando. Antes de que naciera mi nieta UMA, lo celebrábamos con una cena; pero dado que posteriormente en aquellas horas el bebé dormía y no era lo más adecuado sacarla con el frío, decidimos pasar la fiesta a la hora de comer. Os dejo fotos de la mesa y os cuento el menú que serví. Fué un menú suave, apto para que Uma también pudiera comerlo. No me compliqué y compré un litro de caldo vegetal envasado de Mercadona y 1 litro de crema de zanahorias de Area de Guissona. Uní ambas cosas y las llevé a calentar. Mientras, herví pasta  (en este caso para que a UMA le resultara más apetecible compré lacitos de colores; es decir pajaritas con vegetales). Cuando el caldo estuvo listo, le añadí la pasta en el momento de servirlo. No hice fotos del caldo porque ya era hora de comer la niña y no era cuest