QUIERO COMPARTIR, ALGO QUE ME OCURRIÓ DESPUÉS DE LLEGAR A CASA CON MI NUEVA PELUDITA BUBBI


LO QUE VOY A ESCRIBIR, NO ES NI UN INVENTO, NI UNA FANTASÍA, NI TAN SOLO ALGO QUE QUERÍA QUE SUCEDIERA PORQUE NUNCA ME LO HUBIERA PLANTEADO.

El 2 de diciembre del pasado 2024, murió mi perrita PUCKY; es más, recibió la eutanasia por consejo veterinario porque su fallo renal no tenía cura.

Esto sucedió de un día para otro; es decir no tuve tiempo de prepararme; porque pasó de estar por la mañana en el parque jugueteando y olisqueando, y por la tarde-noche después de una convulsión en mis brazos, ya quedaba ingresada en intensivos, para hacerle las pruebas necesarias, y darnos el diagnóstico.

A las 7 de la mañana me llamó la veterinaria para decirme que no quería hacerme gastar ni el tiempo ni el dinero porque no tenía cura, y fué luego cuando ya nos acercamos mi hija y yo para pasar junto a ella el trance final.

No voy a contar lo que me sucedió la segunda y tercera noche después de su muerte, porque quizás una gran mayoría pensaría que fué fruto de mi imaginación, y me extendería mucho; lo que si puedo deciros es que mi perra continuaba a mi vera; es decir, no quería hacer el traslado a la otra dimensión porque se negaba a abandonarme, tan fuerte era nuestro vínculo; es decir la sentía conmigo, su presencia estaba allí especialmente de noche cuando las ánimas se dejan sentir para dejar sus mensajes.

Si un día me siento preparada os contaré las tres cosas que vi, que puedo asegurar, que no fueron fruto de mi imaginación.

He pasado nueve meses con una tristeza enorme, porque PUCKY era una perrita de luz, tan buena, dócil, cariñosa y sensible, que después de perderla, pensé que nunca más podría tener otra perrita que reuniera todas estas características; además mi tristeza se negaba a adoptar otra, porque me parecía que no estaba preparada para darle lo que ella necesitara.

He llorado lo indecible, yo misma me decía que debía superarme y dejar de lado esta tristeza, pero las lágrimas salían solas aún sin quererlo, y no habido día que no la haya añorado y llorado en un momento u otro. 

Pero hace unos tres meses, y después del cariño de muchas personas que se han preocupado por mi, y me alentaban a coger otra, y ver que aunque me guste mi soledad, sin mi perrita tenía demasiadas horas para pensar, decidí empezar a buscar en las Protectoras cercanas, y estuve en contacto con voluntarios que me ayudaban para lograrlo, pero finalmente casi tod@s me dijeron que lo que yo buscaba, es decir una perrita que no pesara más de 4-5 Kilos de adulta para poder manejarla por mi limitación, era prácticamente imposible de encontrar, pués todos eran de talla mediana-grande, y no los hubiera podido manejar.

Y cuando le dije a mi hija que tiraba la toalla porque no quería ni podía pagar por una vida los precios tan desorbitados que se piden por una mascota de compra del tamaño que yo necesitaba, y ya me resignaba a pasar el resto de mis días sola, apareció BUBBI como un regalo del cielo, a través de los esfuerzos de mi amiga Maria Antonia, y de la generosidad de mi hermano y mi cuñada que lograron que mi deseo se hiciera realidad.

Y allí fuímos a buscarla a la dirección que nos dijeron.

Una hora y algo de camino de ida y otra de vuelta, y finalmente ya la pude tener entre mis brazos.

Os aseguro que estaba como una niña el día de Reyes, lo tenía todo preparado, su "cunita", sus juguetes, comederos, correa, sabanitas frescas de algodón por el calor, y un AMOR inmenso de mi parte, que no tenía límite.

La peludita llegó a casa tan mareada por el viaje, que daba pena ver que su pelo infinitamente blanco se había vuelto grisáceo por el malestar que llevaba encima.

Pero ocurrió algo que me dejó sin palabras.

Al entrar en el comedor de mi casa y dejar a BUBBI en el suelo, hizo algo que daba a entender que había llegado a su casa y que la conocía; porque pegó un salto y se plantó encima del sofá como si lo conociera de toda una vida, (y teniendo en cuenta que venía del criadero, en el que se movía en un espacio bastante reducido, y que nunca havía visto ni un sofá ni una silla ni nada parecido, me pareció sorprendente), pero lo que me dejó descolocada, fué lo que hizo cuando yo me sente a su vera en el sofá... porque ella se puso detrás de mi espalda, apretó su hocico en mi espina dorsal y se quedó alli quieta entre cojín y mi espalda, en un acto que era idéntico a lo que me hacía mi anterior perrita PUCKY.

He tenido perritas toda mi larga vida, pero lo que me hacía Pucky, jamás me lo había hecho ninguna, y me sorprendió; es decir eso fué como una señal de que quizás el tiempo que yo estuve buscando sin resultados, fué para darle tiempo a ella a reencarnar en otra perrita totalmente distinta físicamente, pero con actos y costumbres similares que ya los conocía de su anterior vida.

¿CASUALIDAD o CAUSALIDAD? eso pensaba yo cuando a los pocos días de tenerla en casa sucedió esto...

Creo que tod@s tenemos por costumbre ir al baño recién levantados, y cuando hacía eso dejando la puerta semi cerrada, mi anterior perrita Pucky venía, y con su hocico la empujaba abriéndola solo un poquitín, y en un acto de prudencia allí se quedaba esperando con su morrito asomando hasta que yo salía del baño.

Siempre llevo conmigo el móvil a primera hora para contestar a mi hija cuando me da los buenos días, y hace años tomé la instantánea de Pucky para guardarla como recuerdo. 

¿Y sabéis lo que hizo Bubbi?... pués exactamente lo mismo; en la foto que os muestro a continuación; veréis que aunque parezca idéntica, el morrito de arriba es el típico de una Bichona Maltesa, y el de abajo es más puntiagudo característico de una Spitz alemana; y eso me hizo preguntarme si ambas eran la misma perrita ahora reencarnada en otra raza.

Si os fijáis veréis que la toalla es la misma; es decir la misma pero lavada muchas veces después de la foto de Pucky y puesta sin pensarlo (otra señal)

PUCKY
BUBBI

AMIG@S, NO SE LO QUE VÁIS A PENSAR, PERO ESTE ESCRITO LO DEJO CON LA INTENCIÓN DE QUE OS HAGÁIS PREGUNTAS QUE QUIZÁS NO TENDRÁN RESPUESTA; PERO QUE AUNQUE SEA MÍNIMAMENTE, OS HARAN PENSAR SOBRE EL SIGNIFICADO DE LA VIDA Y DE LA MUERTE.

UN ABRAZO Y MIL GRACIAS POR LEER
Conxita ^:^

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