LA CONCIENCIA (Reflexión de Viernes Santo)
Nuestra vida, es la parte táctil de nuestra existencia; es creativa, es cambiante, es efímera, y termina con el último suspiro.
La conciencia en cambio, es infinita, es eterna; esta unida a nuestro paso por la vida, a nuestro entorno y a las actitudes que hemos tenido para con los demás y nosotros mismos; y como tal es nuestro juez y verdugo; nuestro cielo o purgatorio, nuestro infierno, y con ello la amargura y el dolor de no haber obrado con generosidad; y si en cambio de haber dado paso a la maldad, al odio sin reflexión; al abuso de poder, y con ello a los más bajos instintos del hombre para su propio benefício.
Digamos que es el registro de nuestras emociones, de todas las situaciones vivídas egoísta o bondadosamente.
En ambos sentidos sera nuestro juez eterno.
En ambos sentidos sera nuestro juez eterno.
El que cree que se va a librar de su conciencia, lo tiene mal, muy mal; podríamos decir que es un iluso intentando suavizar con bálsamo las necedades de su vida; sin querer darse cuenta, que estas ya forman parte de una vida eterna, que lo va a acompañar por siempre.
Conxita. B
Fuente Gif animado: aquí
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