REGALO DE DIOSES...
Estas nubes no son de algodón, ni de azúcar; son simplemente Nubes Celestiales.
Están hechas de Todo y de Nada, y en su sencillez, pueden aparecer y desaparecer como por arte de magia.
Se alimentan del aire, de la lluvia y del sol, y después de regalarnos con su presencia, desaparecen para mostrarnos que todo es efímero, que toda belleza, tiene su tiempo de caducidad.
Ahí os dejo pues con ellas, con su transparencia y majestuosidad, para que veamos que aún sin buscarlo, podemos encontrar Milagros cada día.
Fotos y texto: Conxita
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